20080331

EDITORIAL.-

Las Artes Marciales, tienen en si mismas una profunda trascendencia; una hermosa filosofía aplicable a la vida diaria. No son artes caducas, sino todo lo contrario, son artes vivificantes, dónde el budoka al igual que cualquier otro artista debe de experimentar con los sentidos y las sensaciones para poder llegar a comprender y ver los diferentes estractos que las componen.
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Un Samurai se presentó ante el maestro del templo Zen y le preguntó:
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- Existen realmente el infierno y el paraíso? - Quién eres tú? - Preguntó el maestro. - Soy un guerrero samurai...
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- Tu un guerrero!? - exclamó, - pero mírate bien, quien va creer en ti? y quien va a querer tenerte a su servicio? Pareces un mendigo!
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La cólera se apoderó del samurai. Aferró su sable e inició la acción para desenvainar. El maestro continuó:
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- Ah! pero incluso tiene sable!. Pero seguramente serás demasiado torpe para poder cortarme la cabeza.
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Fuera de si, el samurai levanto su sable dispuesto a golpear al maestro. En ese momento, este le dijo:
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- Aquí se abren las puertas del infierno.
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Sorprendido por la seguridad tranquila del Maestro, el samurai envainó el sable y se inclinó respetuosamente.
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- Aquí se abren las puertas del paraíso!
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Espero disfruten de este segundo número, y les animamos a participar en los próximos, su colaboración es indispensable, es importante dar a conocer todos los estilos.
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El Príncipe de Septimio-Bathzabbay el Tadmur.-